Repasando información sobre los centurianos en el Appendix del Universo Marvel, página web de obligada referencia para todo marvelómano que se precie, nos encontramos con una interesante reflexión sacada a la luz por el enciclopedista Víctor. La conversación vino un poco a colación del artículo Terrícola vs terrano, ¿es correcto llamar a los centurianos, centurianos? Esta pregunta se la hace originariamente Donald Campbell, redactor de la citada web, quien llega a la conclusión que es un error, yo en cambio, creo que es correcto. Entremos un poco en materia.
Ya sabemos que el Universo Marvel está plagado de razas alienígenas, tenemos a los skrulls, kree, shi'ar, kymelianos, el Nido, snarks y un largo etcétera. Muchas son las razas con nombres completamente inventados, podríamos decir que se basan en la pronunciación de como ellos se refieren así mismos en su lenguaje natal. Hay confirmación de eso en razas como los snark, cuya pronunciación nativa es zn'rx y snark sería solo una aproximación a ese sonido. Sin embargo, existen muchas otras razas cuyos nombres se relacionan directamente con la estrella en la que viven. Sería el caso de los centurianos, rigelianos, veganos o los sirianos. ¿Dónde está el problema? Que el nombre de esa estrella no es el original, no es tal como la llaman los nativos, si no el nombre que le pusimos en la Tierra al verla mucho tiempo antes de haber entrado en contacto con esa raza. Por ello es muy dudoso que un rigeliano se llame así mismo en su idioma natal rigeliano.
Annhilation: Prologue
Arte de Scott Kolins y Ariel Olivetti
A primera vista podría parecer incorrecto, incluso hay cómics en los que aparece el personaje definiéndose así mismo con un gentilicio otorgado por los terrícolas. Aquí vemos una viñeta con un personaje rigeliano definiéndose como rigeliano y otro centuriano haciendo tres cuartos de lo mismo.
¿Es una incoherencia de Marvel? Pues yo entiendo que no. En la viñeta anterior lo que vemos es la traducción al inglés del galimatías de sonidos que quiera que sea su idioma natal. Pongamos un ejemplo práctico, en español un nativo de Alemania, es un alemán a pesar de que en su idioma natal ellos se autodenominen Deutscher, ya que históricamente este gentilicio a llegado a nuestra lengua a través del francés que a su vez lo tomó del latín. Si hemos de traducir a un alemán diciendo Ich bin Deutscher, no transcribiremos fonéticamente su gentilicio, usaremos el propio de la lengua a la que lo traduzcamos. Esta es una práctica muy difundida en todas las lenguas, sin movernos del ejemplo citado, para un italiano un alemán es un tedesco, para un ruso un немец (nyemyets, que curiosamente significa mudo) y para un inglés un german. Como se puede observar perfectamente el gentilicio no depende de quien lo diga, si no del idioma en el que esté escrita la frase.
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